Junto al arroyo de Valdeobejas, el pueblo se asienta sobre una zona de monte de robles, encinas y pinos. Su monumento más importante es la iglesia de Sta. Mª. Magdalena. Frontón de piedra de sillería, por ambas caras, único en la provincia. La Ruta del Segador. Y La Hontana que es una zona verde con merendero.
A unos 30 kilómetros de Valladolid, en lo alto del páramo de la Churrería, mirando tímidamente hacia el arroyo Valcorba, a quien deja caer parte de sus tierras, se encuentra este pueblo de grandes perspectivas, ya que su situación es privilegiada, porque deja ver ante sí un amplio panorama.
Dentro del pueblo, su edificio de más alto abolengo, es la iglesia de Santa María Magdalena, bello templo de piedra con una torre, construido en el siglo XVII. Puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
Según se sale del pueblo en dirección a Viloria, se encuentra la Ermita del Humilladero, una simple construcción de piedra con una cruz de piedra frente a ella. Además dos elementos más componen los recursos de interés de Montemayor, como son el frontón de una sola pared, junto al ayuntamiento y de piedra y la Cruz del Pico, una crucero de piedra en el cruce de la carretera a Camporredondo.
En cuanto a las fiestas, destacan las tradicionales de un solo día, como la de San Isidro el día 15 de mayo y La Magdalena el 22 de julio, con verbenas, juegos y la misa correspondiente. Otras que agrupan una mayor cantidad de gente y donde se organizan distintos actos, como encierros o corridas de toros sin olvidar las verbenas, son las de la Exaltación de la Cruz del 13 al 18 de septiembre, convirtiéndose en la fiesta mayor de la localidad.
Es un lugar que además ofrece la posibilidad de comer en el pueblo en los restaurantes que hay, de alojarse gracias a la ubicación de una casa de turismo rural, lo que va a permitir descubrir el paisaje que Montemayor tiene a su alrededor, como el lugar conocido como "La Hontana", ubicado en la parte baja, que cuenta con un merendero. Sin olvidar la espesa vegetación que en todo el municipio se condensa, como choperas, pinares, robledales o encinares.
Por último, que nadie abandone el pueblo sin haber probado tan siquiera uno de los buenísimos bollos de piñón que se elaboran.
Son típicos los bollos de piñón.